Miercoles 15 abril 2009
Luego de hacerlo público, la iglesia Católica y la clase política apareció dividida en torno a la figura del presidente que, paradójicamente enfrenta una coyuntura política y económica más que difícil
Paraguay se divide en torno a la confesa paternidad del presidente Fernando Lugo, quien ayer formalizó el reconocimiento del menor de dos años, ante la justicia y ve como llueven los respaldos y rechazos a su conducta.
Después de que el propio Mandatario reconociera los insistentes rumores de los últimos meses -intensificados en los últimos días- de una relación sentimental en sus días de Obispo de San Pedro, la iglesia Católica y la clase política apareció dividida en torno a la figura del presidente que, paradójicamente enfrenta una coyuntura política y económica más que difícil.
"Se cumplieron los primeros trámites legales y dentro de un mes el niño tendrá el apellido del padre", explicó a la prensa el abogado Marcos Fariña, quien ggarantizó que la seguridad de Guillermo, el nombre del menor (quien fue bautizado en el 2007 con el mismo nombre que el padre del presidentre) y de su madre, una agraciada joven de 24 años, "está a cargo de la Guardía presidencial": De acuerdo a lo que estipula la ley.
Ahora, mientras que desde el Vaticano ya se estudia una dura sanción. Los obispos paraguayos dividen sus opiniones. "Es una bofetada para nuestra Iglesia Católica", opinó monseñor Ignacio Gogorza, mientras que su par Mario Melanio Medina, religioso allegado al mandatario, respaldó la actitud del mandatario por "su valentía, dignidad y honestidad".
"El celibato en la Iglesia es una tortura.... Mi hermano demostró que es un hombre íntegro", declaró Pompeyo Lugo, hermano del mandatario.
En el ámbito político las críticas no se hicieron esperar. "Esto nos llena de vergüenza ante el mundo y debe renunciar a la presidencia", sostuvo por su parte Luis Andrada Nogués, dirigente del Partido Demócrata Cristiano, organización a la que Lugo se había afiliado para lanzar su candidatura hace tres años.
Para el presidente del Congreso Enrique González Quintana, otrora aliado del presidente, "si no cumplió con su juramento de obispo ante Dios, ahora esperamos que cumpla su juramento de presidente con el pueblo".
Por el lado de la Justicia, la magistrada Evelyn Peralta, de la ciudad de Encarnación, 370 al este de Asunción, aclaró que el juicio por demanda de paternidad "terminó porque se logró el propósito, o sea el reconocimiento del niño".
Algunos críticos de Lugo, sostienen que ahora podrían abrirse procesos por estupro o corrupción de menores ya que la según Viviana Carrillo de 24 años y madre del hijo de Lugo ante la Justicia, "empezó a seducirme cuando tenía 16 años, porque él me tomó la confirmación".
El sorpresivo reconocimiento del Jefe de Estado tuvo lugar el lunes en acto público en el Palacio de Gobierno, ante ministros de su gabinete e invitados especiales. Allí confesó que era el padre de un niño de dos años.
Allegados al presidente señalaban ayer, que Lugo nunca dejó de lado el cuidado del menor. Ya que "tenía contacto frecuente con él y con la madre", incluso cuando llegó a la presidencia. Lo que nadie se anima a confirmar por ahora, es una insistente versión de sobre las verdaderas causas que llevaron al hoy presidente a abandonar el obispado en 2005 no por iniciar una carrera política, sino por "el escándalo" que se podía generar al conocerse la relación que mantenía con la joven Carrillo.
Un escándalo que ahora se desató pero con efectos diferentes. Incluso ayer, los primeros sondeos que se conocieron en Asunción, mostraba n un fuerte respaldo popular al presidente y su decisión de asumir la paternidad.
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