sábado, 30 de mayo de 2009

Cañizares, 'ministro' del Papa, ve peor abortar que abusar de niños

. sábado, 30 de mayo de 2009

sábado 30 de mayo del 2009

El ex primado de España dice que la reforma de la ley del aborto es parte delproyecto de Zapatero "para hacer una sociedad y una cultura totalmente nuevas"


Poco ha durado la luna de miel entre el cardenal Antonio Cañizares y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Despedido en enero pasado con honores por el Gobierno cuando el ex primado de España fue llamado a Roma por Benedicto XVI para ocupar un ministerio en la Curia (gobierno) del Vaticano, el cardenal cargó ayer contra el presidente español a causa de la reforma de la ley del aborto.

 Según Cañizares, el Ejecutivo socialista no busca despistar de la crisis económica con la nueva ley, sino "hacer una sociedad y una cultura totalmente nuevas". También dijo, comentando los abusos sexuales y sevicias a menores cometidos en escuelas católicas irlandesas entre 1950 y 1980, que "no es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios, con los millones de vidas destruidas por el aborto".

El cardenal Antonio Cañizares durante su entrevista con José Luis Rodríguez Zapatero.

Sorprendido por la grave comparación argüida por el prelado -la pederastia y los abusos sexuales son delitos muy graves; el aborto voluntario está despenalizado ahora en tres supuestos concretos-, el Gobierno reaccionó con severidad. Fue la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, la encargada de replicar al ministro vaticano. "Es muy grave e irresponsable relacionar los abusos sexuales a menores con el aborto. Estamos hablando de asuntos completamente diferentes. Los abusos sexuales normalmente se cometen en menores, contra su voluntad, y afectan de una manera terrible a su vida", dijo la ministra.


El presidente José Luis Rodríguez Zapatero quiso reforzar en enero sus relaciones con el Vaticano ante eventuales conflictos con la jerarquía del catolicismo español por la reforma de la ley del aborto. Ese fue el objetivo de la insólita reunión que tuvo en la Moncloa con el cardenal Cañizares nada más ser elegido éste por el Papa para el gobierno vaticano. Efectivamente, la Conferencia Episcopal, liderada por el cardenal Antonio María Rouco, elevó el tono de sus críticas y lanzó, incluso, una campaña publicitaria acusando al Ejecutivo socialista de proteger más al lince ibérico que los derechos de los niños. Cañizares avanza ahora en esas críticas con la idea de que, tras la reforma, se esconde una intención mucho más amplia y perniciosa para los intereses del catolicismo.

El Gobierno, según el alto cargo vaticano, busca, además, un "cambio social y cultural muy grande, y hacer una sociedad y una cultura totalmente nuevas. Busca como punto de referencia fomentar el aborto porque hay el desconocimiento de la verdad del hombre, el desconocimiento de la dignidad de la persona y el desconocimiento de los derechos humanos. Estos son los principios en los cuales se asienta la sociedad cristiano-romana. Podemos dejar estos principios, pero después habremos dejado de ser lo que somos", sentenció.

El flamante prefecto de la Congregación por el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (así es como se llama el ministerio que le ha adjudicado el Papa), hizo esas declaraciones en la televisión autonómica catalana (TV3), recogidas más tarde en un comunicado del servicio de información de la Conferencia Episcopal Española.

Sobre el descomunal escándalo causado por los abusos a menores cometidos en escuelas católicas irlandesas, Cañizares dijo: "Esas conductas son totalmente condenables y tenemos que pedir perdón. No obstante, no es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios, con los millones de vidas destruidas por el aborto". El cardenal cifró en más de 40 millones "las vidas humanas destruidas legalmente" por las leyes que han despenalizado el aborto.

La revista Alfa y Omega, editada por el Arzobispado de Madrid y distribuida los jueves con la edición madrileña del diario Abc, abunda esta semana en esa comparación entre abusos sexuales y aborto voluntario, con la firma de su redactor jefe, Ricardo Benjumea. Dice: "Cuando se banaliza el sexo, se disocia de la procreación y se desvincula del matrimonio, deja de tener sentido la consideración de la violación como delito penal. Ése es el ambiente cultural en el que vivimos, y, sin embargo, la inmensa mayoría de los españoles consideraría una aberración que se sacara la violación del Código Penal, aunque, a sólo cien metros, uno tuviera una farmacia donde comprar, sin receta, la pastilla que convierte las relaciones sexuales en simples actos para el gozo y el disfrute".


Fuente: http://elpais.com/diario/2009/05/29/sociedad/1243548004_850215.html



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1 comentarios :

Anónimo dijo...

Me da asco ese padrecito....... guaacala

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