El vocero del cardenal Norberto Rivera Carrera, Hugo Valdemar, criticó al obispo de la Iglesia de la Santa Muerte, David Romo Guillén, por llamar a una "guerra santa".
Aseveró que sólo los líderes terroristas o fundamentalistas llaman a "guerras santas" como Bin Laden o los talibanes, "es una pena que el señor Romo se equipare a un talibán o a un terrorista llamando a una guerra santa".
Advirtió que las autoridades deben estar atentas a los actos de David Romo porque "está haciendo una amenaza de índole terrorista (…) sólo los líderes fundamentalistas apelan a ese tipo de lenguaje y amenazas".
Y recordó que nadie tiene derecho a llamar a una guerra, a una sedición, a un motín; "hasta donde tengo entendido eso es un delito".
Norberto Rivera Carrera. David Romo Guillén.Fotos: Archivo
El representante de la Arquidiócesis de México insistió en que las autoridades no deben tomar esas declaraciones como algo inofensivo.
Incluso, agregó que se debe investigar por qué David Romo está llamando a quebrantar el Estado de derecho.
La semana pasada, el líder de la Iglesia de la Santa Muerte, llamó a una "guerra santa" después de la destrucción de 30 altares en el norte del país --por parte de militares-y por la campaña que -dice-- la Iglesia católica ha emprendido en su contra al vincularlos con narcotraficantes y llamar a esa congregación secta, además de tacharla de superstición.
Al respecto, Hugo Valdemar negó que la Iglesia Católica haya lanzado una campaña en contra de la Santa Muerte, "David Romo sólo anda buscando quien se sube al ring con él".
Puntualizó que únicamente aclaran a la gente que esta devoción es supersticiosa y que puede llevar a prácticas demoniacas, "la gente debe tener mucho cuidado porque no es algo insignificante o inofensivo y es nuestro deber de pastores advertir a la gente sobre las supersticiones".
PROTESTA. Hoy, los seguidores de la Santa Muerte, encabezados por David Romo, se manifestarán frente a la Catedral Metropolitana y cargando en brazos imágenes de la "Niña Blanca" exigirán respeto a sus creencias.
En este sentido, Valdemar sostuvo que la Semana Santa es el momento menos adecuado para hacer ese tipo de protesta "de guerras, de guerras santas, o luchas; es un momento que debe haber respeto y paz".
El vocero del Arzobispo de México señaló que es una grave ofensa para la Iglesia Católica que los seguidores de esa congregación vayan a llevar imágenes de la Santa Muerte frente a la Catedral porque se están llevando a cabo los ritos de Semana Santa.
"No tiene nada que hacer frente a la Catedral", señaló Hugo Valdemar, y refirió que David Romo equivocó su brújula porque debería ir a manifestarse afuera de la Secretaría de la Defensa Nacional o a la PRG porque "tengo entendido que fueron soldados del Ejército quienes tumbaron los altares".
Ante un posible choque entre los seguidores de la Santa Muerte y los feligreses que irán a misa, quienes coincidirán en el Zócalo, sostuvo que afortunadamente la Catedral está resguardada por policías estatales y federales, "no está indefensa como hace poco lo estaba".
Sin embargo, llamó a los fieles a no caer en provocaciones porque "ese señor busca quién se suba al ring con él y por supuesto que Iglesia Católica no tiene el menor interés de pelearse con ese señor Romo, y mucho menos en Semana Santa porque es una semana que debe respetarse".
Finalmente, llamó a David Romo a la sensatez y a respetar los Días Santos "que transcurran estos días en paz; estamos en un ambiente de oración, de meditación en tono a la Pasión del Señor y no de guerra".
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1 comentarios :
Curioso que consideren como una "grave ofensa" el hecho de que los adoradores a la muerte lleven sus imágenes frente a catedral, aunque omiten decir algo al respecto de lo que esa gente seguramente consideró como una ofensa aún peor: la destrucción de sus altares.
Como siempre, la Iglesia se comporta hipócritamente cuando se trata de libertad de cultos. Su concepto de "libertad" religiosa se limita a su catolicismo tradicional.
No creo que el culto a la muerte sea saludable. De hecho creo que es una superstición todavía más ridícula que el catolicismo convencional, sin embargo, vale la pena tomar nota clara del continuo comportamiento de la Iglesia ante estos hechos, pues al final sabemos que lo que la Iglesia añora es la desaparición de TODOS los cultos que no correspondan a sí mismo. La religión, por su naturaleza, pretende dominarlo todo.
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