Exigen que termine la destrucción de los altares y el respeto por su culto; preparan más movilizaciones en el Centro Histórico.
México.- La guerra a la que convocó la Iglesia de la Santa Muerte tuvo poca participación; sin embargo, la marcha en demanda de un alto a la destrucción de sus altares y respeto por su culto se realizó.
Con pancartas y cartulinas en las que se leía “La represión no acaba con la fe”, “Cada quien es libre de creer en lo que quiera”, “No somos narcos”. “no somos delincuentes”, cerca de 250 personas recorrieron calles del Centro Histórico cargando las imágenes de la Niña Blanca.
Otros prefirieron transportarse en sus camionetas y automóviles, en los que colocaron imágenes de dos metros de altura, vestidas
de morado como indica la liturgia de Semana Santa.
Por segunda ocasión el Ángel de la Muerte, nueva figura de la Santa Muerte, salió a las calles; esta imagen la adoptó desde 2005 la Iglesia católica tradicional Mex-USA, pero se asegura que no se renuncia a las anteriores.
Durante el recorrido se escucharon gritos de “¡Si que sí, la Santa ya está aquí!” “¡Que si que no, la Santa ya llegó!” .
Algunos participantes aseguraron sentirse agredidos por la destrucción de sus altares en el norte del país. Cleotilde Rodríguez, quien marchó acompañada de sus familiares, comentó: “Me siento como si estuvieran atentando contra mi propia vida. Pedimos que respeten nuestra creencia.
Con el hecho de que creamos en esta santa imagen no ofendemos a nadie, ni al gobierno ni a nadie. Es falso que se diga que sólo los delincuentes creen en ésta.”
Sólo uno de los fieles tocó durante el trayecto una campana y prendió incienso sobre las imágenes que cargaba, José Sánchez Martínez, cargado de múltiples rosarios, estampas con billetes, dijes y botones de la Santa Muerte, aseguró que va a todos los altares que lo invitan, y en el Distrito Federal aumentan.
En la colonia San Felipe de Jesús él ha colocado su altar y reza el rosario el último domingo de cada mes. “Me enteré de que iban a quitar los altares y por eso vine. Si lo hacen es porque no respetan las leyes ni la Constitución y no podemos dejar que lo hagan”.
Desde hace 14 años, dijo, cree en la Santa Muerte después de que “me quería quitar la vida por una mujer que quería mucho, yo me quería matar, ya sea ahorcado o enterrarme un cuchillo en el corazón. Le lloraba mucho a la mujer y ella me dañaba con su pensamiento, entonces me apegué a la Santa Muerte, ella es como mi madre”.
Esta devoción, consideró, es compatible con la Iglesia católica, y “aunque crea en la Santa Muerte soy católico, creo en San Judas y cuando tengo tiempo lo voy a visitar”,
Las diversas imágenes de la Niña Blanca llevaban billetes o monedas adheridas, es para que nunca falte dinero en las casas, más ahora en tiempos de crisis, comentaron los dueños.
Con globos blancos, familias completas asistieron para evitar que se les quite su culto. Los Ramírez Escudero dijeron que desde hace seis años todos los días le rezan a la imagen que tienen en su casa y siempre les ha ido bien. Pero advirtieron que si algo se le promete se le tiene que cumplir, porque ese es el trato.
Otros como Martín Landín, joven que salió del Reclusorio Norte hace unos meses, reconoció que muchos de los reos creen en la Santa Muerte porque los ha protegido, pero no todos los devotos son delincuentes.
Los devotos de esta Iglesia, no se encuentran estructurados como los católicos, porque acuden a diversos altares sin que nadie los pueda contabilizar, pero son los únicos que han salido a las calles a denunciar la intolerancia religiosa que ocurre en el país.
Esta fue la primera de una serie de manifestaciones públicas que realizarán los devotos para demandar un alto a la intolerancia en pleno siglo XXI en un Estado laico. El próximo viernes, pero en esta ocasión vestidos de negro, realizarán el mismo recorrido (saldrán de Bravo, Circunvalación, Izazaga, 20 de Noviembre y Zócalo). La tercera será el Domingo de Resurección, pero con destino a la Basílica de Guadalupe.
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