Si el espacio público debe quedar libre de manifestaciones no religiosas, también lo debería hacer de religiosas, y así los que no procesamos culto alguno nos evitaríamos tener que asistir al bloqueo de nuestras calles ante grandes manifestaciones religiosas, que no nos permiten descansar hasta que se acaban los cohetes y las trompetas. Pero no puedo estar de acuerdo en todo: el decir lo que uno piensa con respeto nunca podrá ser una blasfemia. Que mis vecinos puedan pensar que Dios existe no representa para mí un insulto hacia mis creencias ateas. ¿Por qué expresar la idea contraria es ofender al católico? Para una vez que estaba de acuerdo con la Conferencia Episcopal...
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