Jueves, 5 Febrero, 2009
Los Legionarios de Cristo deben creer que dieron un gran paso en el camino de la rectitud, al difundir que en la biografía del padre Marcial Maciel hay "aspectos inapropiados para un sacerdote católico".
Debe ser muy difícil para una congregación religiosa reconocer que su fundador y guía tenía "una amante, al menos un hijo y una doble vida". Pero en la biografía de Maciel, en la terrenal, esos hechos no son más que una anécdota.
Los Legionarios saben que la suspensión a divinis que el Vaticano le impuso a Maciel en mayo de 2006 no fue por una amante, sino resultado de las investigaciones sobre varias acusaciones de abuso sexual. Saben que la Santa Sede trató de diluir estos hechos por más de medio siglo, pero que cuando el promotor de justicia del Vaticano, Charles Scicluna, regresó a Roma después de entrevistarse en México con las víctimas de Maciel, la suerte estaba echada.
Saben, también, que la Legión no sólo encubrió los repetidos delitos sexuales de Maciel, sino que presionó y hostigó a las víctimas, las difamó e hirió. Los abusos de Maciel contaron con la complicidad de los Legionarios de Cristo. Hay una responsabilidad colectiva, quizá no de la actual generación que la dirige, pero sí de la agrupación.
Si los Legionarios de Cristo anhelan, en verdad, ponerse en paz con la historia tendrán que enfrentar el capítulo de los abusos sexuales. De lo contrario, el descubrimiento de la amante y el hijo será maquillaje para no mirar de frente el severo rostro de la verdad.
Las víctimas pidieron, de principio a fin, reconocimiento de los hechos y un perdón de Maciel. Él ya no podrá atender esa exigencia justísima. El padre Corcuera y los Legionarios del siglo XXI, sí.
ESTO QUE HAS VISTO, DIFUNDELO...
1 comentarios :
Es muy interesante el documento Crimen Sollicitationis que so pena de excomunión obliga a mantener en silencio los casos de abuso sexual llevados a cabo por sacerdotes como Marcial Maciel. Para más información: http://www.youtube.com/watch?v=RSn0sNlEC9Y
Publicar un comentario