martes, 11 de noviembre de 2008

El ocaso del laicismo en el Estado mexicano

. martes, 11 de noviembre de 2008

Domingo 2 de Noviembre de 2008





El 30 de octubre de este año, hace apenas unas horas, en la Cumbre Iberoamericana en San Salvador, República de El Salvador, Felipe Calderón, presidente de México, por primera vez en el caso de un jefe de Estado, echó mano de sus angustias teológico-religiosas, en relación con los problemas del mundo: los jóvenes —dijo en esencia—, se están volviendo ateos en un siglo dominado por el agnosticismo.



"...No creen y si no creen (ni en el socialismo ni en el capitalismo), y se puede debatir acerca de estos sistemas; en lo menos que creen es en las ideologías. Probablemente no creen muchos en Dios, porque van hacia un siglo de un gran agnosticismo".


Aun cuando la creencia en Dios no es un problema ideológico —propio del intelecto—, sino un asunto de fe —relativo a la espiritualidad religiosa—, el empleo de ese concepto coloca el discurso del jefe del Estado mexicano en el mismo tenor de los pronunciamientos del Papa.


El 4 de diciembre del 2005 el Pontífice Benito (en español; Benedicto en latín) XVI, habló durante una audiencia pública en la Basílica de San Pedro. Así lo relató la prensa de la fecha:


"En un nuevo pronunciamiento que define el perfil de su pontificado, Benedicto XVI reafirmó ayer la importancia fundamental de la libertad religiosa y lanzó un fuerte ataque al "predominio cultural del agnosticismo y del relativismo" que la amenazan... Y denunció que sus enemigos no son sólo aquellos países donde los cristianos son perseguidos, sino también en EL MUNDO OCCIDENTAL, DONDE REINAN EL AGNOSTICISMO y el relativismo.


"La libertad religiosa no está asegurada" en el mundo, dijo el ex custodio de la ortodoxia católica (la nación), y explicó que si bien en algunos casos "es negada por motivos religiosos o ideológicos" —como por ejemplo en Arabia Saudita o China—, "otras veces, aunque es reconocida sobre el papel y en los hechos es obstaculizada por el poder político o, en modo más subliminal, POR EL PREDOMINIO CULTURAL DEL AGNOSTICISMO y del relativismo".


El presidente Calderón habló sociológica y políticamente, antes de caer en los terrenos teológicos.


"...Sólo el 17 por ciento de los jóvenes entre 18 y 23 años de edad tienen acceso a educación superior; es decir, menos de uno de cada cinco... Y por lo menos 12 millones de jóvenes buscan desesperadamente trabajo y no lo encuentran. Si a estos 12 millones agregamos el 20 por ciento de los 200 millones de jóvenes, a que nos referíamos hace rato que ni estudian ni trabajan, estamos hablando de que quizá 52 millones de jóvenes en América Latina no tienen estas oportunidades... Para decirlo con toda claridad, hoy los jóvenes no creen en nada.


"No creen en los políticos, y estoy seguro que no decepciono aquí a nadie, todos lo sabemos.


"No creen ahora en la economía, porque la economía ha fracasado; no creen en el capitalismo, que está mostrando sus terribles deficiencias; y no creen tampoco en el socialismo, que murió hace rato, antes de que ellos nacieran.


"No creen y si no creen, y se puede debatir acerca de estos sistemas; en lo menos que creen es en las ideologías. Probablemente no creen muchos en Dios, porque van hacia un siglo de un gran agnosticismo.


"Cómo puede construirse un futuro sin creer en algo".


La mezcla de conceptos sociales y políticos con las preocupaciones religiosas del presidente Calderón es por lo menos fruto de una extraña amalgama de conceptos y valores. En sus palabras resuenan las del cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo de la ciudad de México:


"El mundo, y en consecuencia nuestra Iglesia, inserta en el mundo, se han visto afectados por el secularismo, y más en particular por el llamado "agnosticismo funcional", descrito como el hecho de vivir, de pensar y de actuar como si Dios no existiera o como si su presencia fuera irrelevante".


Pero esto no debería extrañar a nadie y quizá pocos se sientan sorprendidos. La devaluación del laicismo nacional; herencia del liberalismo, ha sido una constante en los gobiernos de la derecha estructurada políticamente en el Partido Acción Nacional, miembro del internacionalismo demócrata cristiano con todo cuanto significa e implica.


La demolición de esta laicidad tuvo otro de sus momentos estelares, quizá el mayor, cuando Vicente Fox, en agosto del año 2002, se postró frente a Juan Pablo II y besó el anillo papal.


Pero si ya hemos citado al "contra Cid" de la política mexicana, quien después de muerto sigue perdiendo batallas, don Vicente Fox, vale la pena referir cómo está a punto de ver la luz una institución necesaria para la sociedad mexicana, la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, a la cual el ex presidente se opuso con el auxilio, por cierto, del hoy líder senatorial Gustavo Madero.
Como se sabe, la senadora Martha Tamayo propuso desde el 2002 la creación de ese órgano defensivo de los ciudadanos, frente al fisco inclemente y a veces equivocado y aun cuando el Senado lo aprueba el Ejecutivo lo veta después de su publicación, mediante una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia, la cual concluyó en febrero de este año.


Ahora viene la fase de integración autónoma de la dicha procuraduría, con lo cual se aumentaría notablemente el volumen de recursos de los ciudadanos, pues ya hay un Tribunal de lo Contencioso Administrativo del DF; una Comisión para la Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros; una Procuraduría del Consumidor y ahora una del Contribuyente.


Como el nuevo órgano ya está siendo estructurado, aparecen los aspirantes a su conducción entre los cuales destaca, por supuesto, la senadora Tamayo (generadora de la idea original y fundadora del Tribunal Fiscal de Sinaloa) y hasta Rosalía Bernal Ladrón de Guevara, quien pasó de férrea opositora a tenaz promotora de su propia causa. Hay quien habla también de Juan Carlos Pérez, ex diputado y reconocido abogado fiscalista.


La aplicación de candados en el presupuesto para evitar el uso electoral de los programas de apoyo rural, puede marcar el inicio de un distanciamiento claro entre el gobierno y su respaldo eventual, el PRI.


Si bien las condiciones del gobierno no han variado mucho desde su débil arranque, el PRI mantiene ahora otras circunstancias para cuya evolución no necesita el crecimiento de Acción Nacional. Al contrario.


El PRI ha avanzado en estos dos años y no se puede decir lo mismo del PAN. Si el hombre en el agua se estaba ahogando, quien se tiró a salvarlo no lo hizo por desinteresada generosidad, sino para comprometerlo con una deuda dura de pagar en el futuro, y al parecer ese momento ha llegado.


Y en el campo es donde el gobierno peor ha actuado en la aplicación del presupuesto. Por eso Alberto Cárdenas ha sido tan maltratado en la Cámara de los Diputados en todas sus comparecencias en una de las cuales se llegó al grosero extremo de devaluarlo en términos solípedos: de "caballo negro", ha pasado a ser un gris jumento (Isael Villa dixit).


Nullus debet alicui in alterius damnum benefacere, dice un precepto jurídico cuya síntesis es "ninguno debe beneficiar a otro con daño de tercero", pues "non debetaliquis alterius odio praegravari (nadie debe ser perjudicado por el odio de otro) y eso lo deberían haber recordado los señores ministros del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quienes han cometido una magna transgresión de la lógica.


Como no pudieron sancionar, pues no es su campo al Consejo Coordinador Empresarial por su intervención dolosa —actio de dolo— en la propaganda negra de las elecciones del 2006 en abierta actio injuriarum o sea acción injuriosa, contra un candidato, pues sancionan a los partidos beneficiados (sin decir ni cómo ni cuánto) por esa conducta.


La indebida transferencia de la responsabilidad es ilógica, pues incumple aquello de periculum eius esse debet cuis commodum est (el que participa de la utilidad lo debe hacer del peligro) en tanto ya sabemos, qui auctor es test se non obligat (quien autoriza un acto jurídico no está obligado).


Pero deberían haber recordado los jueces electorales: Ubi lex non distinguit, nec nos distinguere debemus y si la ley no distingue no debemos distinguir nosotros, pues súmmum ius, summa injuria. O sea, el exceso de la ley causa injusticia.


No hay en esta actitud del tribunal ni ratio juris ni ratio legis; o sea no se conocen razones jurídicas ni legales para su proceder, lo cual no debería sorprendernos. Se trata del mismo tribunal cuyos atropellos a la lógica han reconocido tantas cosas irregulares para luego dejarlas de lado por inocuas como sucedió con la calificación del pasado proceso electoral.


Incumplen aquel precepto de Ulpiano, iuris exsecutio non habet injuriam, pues no puede haber injusticia en la aplicación de la ley y si justicia es dar a cada quien lo suyo, se ha olvidado aquí aquello de actus debet interpretari ut potius valeat quam pereant, pues valen las cosas por ser y no por dejar de ser.


Ha sido este un argumentum ad absurdum (un absurdo argumento), además de un impolítico recurso leguleyo de cosas cuya lejanía en el tiempo las hacen merecedoras apenas de un decoroso disimulo si al olvido no puede llegarse.


Electa una via non datur recursus ad alteram, lo cual quiere decir: si ya se fueron las cosas por un camino, no hay otro, como hubiera dicho el maestro David Alfaro Siqueiros.


Los concesionarios afiliados a Onexpo le han dado un voto de certeza a su presidente Francisco Gallardo Orozco, quien en la hora de los cabildeos y negociaciones logró incorporar en las reformas de Petróleos Mexicanos una más clara figura para las franquicias de quienes expenden gasolina y productos petrolíferos. Más certeza y mejor servicio, fue el compromiso.

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