jueves, 20 de noviembre de 2008

Comunidad Evangélica apoya proyecto de ley asociación religiosa.

. jueves, 20 de noviembre de 2008

La Comunidad Cristiana Evangélica en la República Dominicana formalizó su apoyo al proyecto de Ley de Asociaciones Religiosas que cursa en la Cámara de Diputados del que dicen busca normar el ejercicio y comportamiento de las entidades religiosas que hacen vida en el territorio nacional.





En un documento de prensa enviado al Diario DigitalRD, los evangélicos afirman que el proyecto “no es una especie de concordato, ni de una ley para los evangélicos” y aseguran que la iniciativa llenaría un gran vacío jurídico institucional, como ha sucedido en gran parte de Latinoamérica y el mundo.

Así mismo rechazan de manera categórica las declaraciones de la conferencia del Episcopado en el sentido de que la propuesta ley de asociaciones religiosas supondría una situación de riesgo para la sociedad dominicana. Entre otras razones, los representantes de la Iglesia católica ven la posibilidad de que surjan grupos religiosos con fines meramente económicos.

Los evangélicos consideran “altamente peligrosa”, la aseveración, que según observan la misma induce a la población a creer que son fines económicos los que mueven a la comunidad cristiana evangélica a través del proyecto de Ley.

A continuación el documento de la Comunidad Evangelica:

DECLARACIÓN A LA PRENSA

COMUNIDAD EVANGELICA FIJA POSICIÓN SOBRE PROYECTO DE LEY ASOCIACIÓN RELIGIOSA.

Santo Domingo. El liderazgo nacional de las iglesias cristianas evangélicas, expresa a una sola voz, su apoyo total al proyecto de Ley de Asociaciones Religiosas que cursa en la Cámara de Diputados, y que fue introducido por el legislador Carlos Peña.

Establecemos claramente que no se trata de una especie de concordato, ni de una ley para los evangélicos, sino de un proyecto que busca normar el ejercicio y comportamiento de las entidades religiosas que hacen vida en el territorio nacional.

Esta importante iniciativa vendría a llenar un gran vacío jurídico institucional, como ha sucedido en gran parte de Latinoamérica y el mundo, ya que en nuestro caso la Ley 122-05, cuya misión es establecer los parámetros para las entidades sin fines de lucro, es el único amparo legal y normativo que existe para las organizaciones religiosas del país, algo sumamente limitado.

El servicio que de continuo brindamos a la sociedad dominicana sería mucho más eficiente y a mayor escala, con la existencia de una ley religiosa que no solamente dicte pautas de comportamientos, sino que garantice la integridad de las instituciones que interactúan en la vida nacional para su sanidad moral.

Es nuestro objetivo continuar como vasos comunicantes efectivos de la red social dominicana, con los miles de programas de rescate, restauración y desarrollo para favorecer el sector salud, la familia, trabajos hacia necesitados de todo tipo, alcoholizados, drogadictos, huérfanos, pobres, desamparados, envejecientes, atrapados en prostitución, prisioneros, y la importantísima labor de prevención de todos los males de índole crítico que afectan nuestra nación, así como la labor de enseñanza desde el nivel inicial hasta el universitario. ¿Qué pasaría si utilizando este instrumento normativo, fuéramos objeto de una acción equitativa ante la ley?

La ley constituye una igualdad que evita la posibilidad, además, de que una religión se valga de la estructura del Estado para cosechar beneficios o, peor, para imponer criterios que de otra forma no podría.

La Comunidad Cristiana Evangélica en la República Dominicana rechaza de manera categórica las declaraciones hechas por la conferencia del Episcopado en el sentido de que la propuesta ley de asociaciones religiosas supondría una situación de riesgo para la sociedad dominicana, entre otras razones, según ellos, por la posibilidad de que surjan grupos religiosos con fines meramente económicos.

Dicha aseveración es altamente peligrosa, pues induce a la población a creer que el interés de la comunidad cristiana evangélica a través de esta ley es meramente con fines económicos, al tiempo que tilda a la Comunidad Cristiana Evangélica de incapaz de contar con cosas tan elementales como una estructura administrativa en la cual asentar los matrimonios.

Muy a pesar de tan indignantes comentarios, y porque estamos convencidos de que este tipo de pronunciamiento no cuentan con el apoyo de nuestros hermanos de la fe católica, aprovechamos la ocasión para llamar a reflexión a nuestros hermanos de la Conferencia del Episcopado a que el diálogo sobre la igualdad religiosa en la República Dominicana sea mantenido dentro de un marco de respeto mutuo.

Cómo pueden nuestros hermanos de la conferencia del Episcopado esperar que nuestros políticos, empresarios, y la sociedad en general exhiba algo de justicia, equidad y respeto por el derecho ajeno, si ustedes que se consideran representantes de Nuestro Señor Jesucristo son los primeros en aferrarse a una estructura excluyente, injusta, y denigrante a la condición de igualdad de cada Dominicano.

Bien saben nuestros hermanos de la Conferencia del Episcopado, que la igualdad religiosa es el fin del referido proyecto de ley. Bien saben nuestros hermanos católicos que el único peligro que representa este proyecto es que establece la igualdad entre hermanos Dominicanos sin importar su confesión religiosa. El pueblo Dominicano es nuestro mejor testigo a la hora de evaluar cual ha sido la conducta del pueblo Cristiano Evangélico, y como hemos financiado nuestros propios templos.

Invitamos a cada Dominicano a que haga uso del derecho que le confiere la ley de libre acceso a la información, para que se informen sobre las contribuciones en efectivo y en especie que hace el Estado Dominicano a la Iglesia Católica, y que saquen sus propias conclusiones.

Se darán cuenta de que la desproporcionada reacción de la Conferencia del Episcopado, lejos de proteger la "sociedad Dominicana", en realidad lo que busca es salvaguardar sus propios intereses, y mantenerse en una situación de privilegio, claramente ofensiva e ilegal.

La Comunidad Cristiana Evangélica demanda respeto por parte de la Conferencia del Episcopado, al tiempo que reafirmamos hoy nuestro compromiso de trabajar más que nunca en la arena nacional e internacional hasta restaurar la igualdad que por tantos años ha sido sustraída a este pueblo.

Invitamos a nuestros hermanos de la Conferencia del Episcopado a reconsiderar sus pronunciamientos y presentar excusa pública al pueblo evangélico por tan desacertados comentarios.

La libertad religiosa está consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos del año 1948, que en su artículo 18 indica que toda persona tiene el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

La Constitución de la República establece claramente sobre el tema de la igualdad que no se puede impedir a nadie lo que la ley no prohíbe, ni se le puede obligar a hacer lo que no manda. La Ley es igual para todos.

Por lo tanto, pedimos a los miembros del Congreso Nacional avocarse al conocimiento pleno y aprobación de una ley que simplemente lo que busca es normar unas prerrogativas que ya están contempladas, además, en la Constitución de nuestro país.

La Comunidad Cristiana Evangélica Dominicana se declara vigilante y unánime en el llamado a la oración a nivel nacional e internacional, decidida en el compromiso de trabajar sin descanso, utilizando todos los medios legales a fin de que sea aprobada esta ley, y a la vez hacemos un llamado a cada dominicano sensato sin importar su confesión religiosa a que se una a la cruzada que en el día de hoy iniciamos para restaurar la igualdad entre cada dominicano.

El Señor Jesucristo, Dios de nuestra nación, Dios en nuestros símbolos patrios y de nuestros corazones, nos ampara y bendice, Amen.

Atentamente,

Rev. Reynaldo Franco Aquino, Consejo Dominicano de Unidad Evangélica, CODUE

Rev. Braulio Portes, Consejo Nacional de Iglesias, CNI

Obispo Elías Samuel Peña, Confraternidad Evangélica Dominicana, CONEDO

Apóstol Jorge Reynoso, Red Pastoral,

Rev. Manuel López, Consejo Nacional de Confraternidad de Pastores Evangélicos, CONACOPE,

Obispo Jorge Marrero, Concilio Iglesias de Dios de la Profecía

Rev. Cesáreo Acevedo, Unión Dominicana Adventista

Rev. Alejandro Pérez Jerónimos, Concilio Asambleas de Dios

Obispo Elvis Samuel Medina, Concilio Iglesias de Dios



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