El cardenal de Mexico Juan Sandoval , señala sin empacho que "la Iglesia católica no se opone a que se establezca la pena de muerte" ( Enciclopedia Todo México, año 1999, p. 276), comentario acorde a los cánones del Catecismo de la Iglesia Católica: "La enseñanza tradicional de la Iglesia ha reconocido el justo fundamento del derecho y deber de la legítima autoridad pública para aplicar las penas proporcionadas a la gravedad del delito (…) sin excluir en casos de extrema gravedad , el recurso de la pena de muerte" ( Catecismo de la Iglesia Católica, Edición 1992, parágrafos 2266 y 2267).
Ahora veamos la nota, lo que dice el cardenal Norbeto Rivera, que por cierto es protector de pederastas vean esta publicacion pasada. Norberto Rivera supo todo y protegió al pederasta Nicolás Aguilar Rivera
Durante su homilía en la Catedral Metropolitana, el arzobispo primado de México aseguró que la justicia, la paz y la reconciliación son las virtudes fundamentales del reino de Dios.
Ciudad de México.- El cardenal Norberto Rivera Carrera advirtió que la construcción de sociedades con base en la violencia, desquite o muerte son contradictorias al Dios de la vida.
Durante su homilía en la Catedral Metropolitana, el también arzobispo primado de México aseguró que la justicia, la paz y la reconciliación son las virtudes fundamentales del reino de Dios.
Al celebrar el segundo domingo de Adviento, es decir, de preparación para la Navidad, se refirió a la auténtica conversión, que dijo, no significa "dejar de portarse mal" sino emprender una vida nueva.
"Convertirse implica un profundo cambio de mentalidad en donde se deja los criterios del mundo y se abrazan los criterios del Evangelio. La conversión auténtica nos debe llevar a rechazar la injusticia, la violencia y el odio para implantar la justicia, la paz y la reconciliación", subrayó.
Rivera Carrera explicó a los feligreses que la conversión no sólo la deben realizar los considerados grandes pecadores, "sino es más necesario aún para los que creemos que andamos más o menos bien".
Precisó que la conversión representa renovar la vida propia y rectificar el rumbo como una tarea diaria y universal, "como el respirar y alimentarse son una tarea necesaria para todos y siempre para poder vivir".
El cardenal alertó que instalarse en las seguridades y no sentir la necesidad de cambio y rectificación trae consigo los más profundos fracasos.
"Todos tenemos mucho qué hacer para que nuestros caminos se parezcan a los caminos de Dios, ya que hasta ahora el Señor nos puede decir: mis caminos no son los caminos de ustedes", puntualizó.
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