No hay ninguna ley que impida manifestar el descontento con esa iniciativa: Aguirre
Los problemas religiosos se dan por factores políticos y económicos, indica el arzobispo
CINDY PACHECO PALACIOS
El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, en su conferencia del domingo, después de la misa en la catedral de Nuestra Señora de La Soledad, en el zócalo de Acapulco Foto: JAVIER VERDIN
El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, expresó que no hay ninguna ley que impida a la Iglesia católica manifestar su descontento por la aprobación de la norma que despenaliza el aborto a pesar de las críticas de la secretaria de la Mujer, Rosa María Gómez Saavedra, pues insistió que esta práctica voluntaria es un asesinato y atenta contra los derechos humanos.
Informó también que el Consejo Interreligioso de Guerrero (CIG) registra actualmente 14 casos de intolerancia religiosa en la entidad; aunque no detalló estos hechos, afirmó que están en proceso de solución, y destacó que la mayoría se desarrollan en la región de La Montaña.
Consultado por La Jornada Guerrero, el prelado comentó que contra el aborto es parte "del deber" que profesa esta religión, pues se trata de un asesinato "y va contra la vida", insistió.
"Ya lo hemos dicho, lo hacemos en bien de toda la humanidad y de no hacerlo seriamos genocidas, si no, estaríamos colaborando a la destrucción de seres humanos para más por ser el delito de no tener 12 semanas", señaló.
Aguirre Franco minimizó las declaraciones que hizo Gómez Saavedra, pues no son los primeros señalamientos, y reconoció que otros grupos civiles y ONG se han manifestado contra los manifiestos del Consejo Interreligioso de Guerrero, que agrupa a siete credos.
Reiteró que actualmente no hay ninguna ley que impida que las iglesias se antepongan a las acciones de la población: "No hay una ley que diga que nosotros no podemos manifestarnos en favor de una doctrina ni de los derechos principales que tiene la persona humana, y que somos ciudadanos, los sacerdotes y también los laicos".
Sobre los casos de intolerancia religiosa, el arzobispo de Acapulco comentó que algunos de ellos han sido activados por factores políticos y económicos "que lejos de promover una solución a los problemas, provocan un rompimiento entre la comunidad y desestabilizan".
No obstante, expresó que si en una comunidad hay dos grupos religiosos no impide para que ambos se conjunten para realizar mejorías en su localidad.
También afirmó que los grupos que pertenecen al CIG, entre ellas la iglesia Bautista, Mormones, presbiterianos, evangélicos unidas, Santos de los últimos días, la Iglesia de la Luz del Mundo y la católica, han coincidido que el diálogo evita confrontaciones entre los credos.
"Las autoridades estatales que se han interesado y esforzado por desactivar los conflictos que de manera conjunta con las autoridades y las diferentes autoridades religiosas se han pronunciado por la búsqueda de un dialogo que permita resolver los problemas", concluyó.
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