En sus discursos de los últimos meses, González Márquez ha señalado en repetidas ocasiones que la delincuencia organizada no se ha logrado infiltrar en los mandos y el estado se distingue del resto del país porque no ocurren eventos tan sangrientos. La noche del martes, mientras él estaba en la gira que ayer terminó en Nueva Zelanda, el programa se transmitía con una entrevista previa. En ella, el gobernador pidió permiso a los conductores para "decir una grosería" cuando se le cuestionaba de temas de seguridad pública y él daba a conocer algunas de las estrategias y resultados. Fue cuando espetó la frase.
El desigual enfrentamiento entre policías y gatilleros la noche del miércoles comenzó unos diez minutos antes de que se cumplieran 24 horas tras la emisión de la entrevista. Hasta la tarde de este jueves se habían contabilizado más de 800 impactos de arma de fuego en la zona, incluidos los producidos por las esquirlas de nueve granadas que estallaron. Una patrulla quedó totalmente calcinada luego de que explotó una granada y se incendió, además otra unidad de la policía estatal y un número indeterminado de carros sufrieron daños diversos.
La agresión del convoy armado sucedió sobre la carretera San Juan de los Lagos-Lagos de Moreno, a la altura del kilómetro 17, en la gasolinera conocida como Alto de San Pedro, unos 180 kilómetros al norponiente de Guadalajara. Inició cuando policías estatales realizaban una revisión a un vehículo que les pareció sospechoso.
"Información preliminar señala que los elementos policiales de las unidades PR-306 y PR-316 de la Policía Rural interceptaron un vehículo sedán Stratus, cuyos tripulantes se encontraban en actitud sospechosa. Cuando los elementos policiales estaban por realizar una revisión a los sujetos, otros individuos que se desplazaban en dos camionetas de color oscuro y una Yucón de color arena dispararon ráfagas de armas largas y lanzaron granadas en contra de los uniformados. En el sitio perdieron la vida cinco elementos de esta dependencia y tres resultaron heridos, en tanto que los agresores escaparon con rumbo desconocido, lesionando en su huida a dos civiles que estaban en la gasolinera", narra la versión oficial de la SSPJ.
Tras la balacera se desplegó un operativo por parte de diversas dependencias de seguridad para tratar de localizar a los causantes de la agresión. En la salida hacia San Luis Potosí se localizó una camioneta Suburban de color azul marino, de modelo atrasado y blindada en la que se encontraron cajas de cartuchos y cascajos percutidos, por lo que se presume fue utilizada en el ataque.
Entre los indicios asegurados en el lugar de los hechos se cuentan nueve cascos de granadas de calibre 40, al menos seis de granadas antipersonales MK2, 800 cartuchos percutidos de calibres para AK-47, FAL y AR-15, todo lo cual quedó a disposición de las autoridades que iniciaron las indagatorias.
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