Martes, 30-09-08
LAURA DANIELE
MADRID. La reforma de la Ley de Libertad Religiosa que se ha propuesto el Gobierno para esta legislatura parece no terminar de calar en las principales confesiones religiosas presentes en España. Ayer, el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Jacobo Israel, acusó la falta de consenso político para emprender esta nueva iniciativa legislativa.
En un encuentro con los periodistas, con motivo del inicio ayer del Año Nuevo Judío -«Rosh Hashaná»-, Israel consideró que actualmente no existe entre los políticos el consenso que se alcanzó en los 80 cuando se sancionó la ley que hoy está en vigor. «¿Existe suficiente consenso para hacer una Ley de Libertad Religiosa detallada? Había más consenso en el 80 que hoy», insistió.
«Más amplia y detallada»
Para el presidente de esta institución, que representa a la comunidad judía ante el Estado y con el que tiene firmado un convenio de colaboración semejante al de los evangélicos e islámicos, el problema principal de la actual normativa «no ha sido la parte legislativa en general sino su falta de desarrollo posterior». Por ello, consideró que de reformarse la ley ésta tendrá que ser «más amplia, detallada» e integrar «la problemática no resuelta de los reglamentos no desarrollados de la ley anterior». «Si no -añadió-nos quedamos con la que tenemos hoy».
Entre esos temas pendientes, Israel recordó el derecho de visita y asistencia religiosa a los presos en las cárceles y las grandes dificultades de concesión de suelo para la construcción de templos a las confesiones minoritarias como la judía -que en España cuenta con 400.000 fieles y una treintena de rabinos-. También resaltó la falta de apoyo financiero pese a la creación de la Fundación Pluralismo y Convivencia, ya que si bien ésta ha resuelto «parcialmente» esta ausencia de recursos, no financia el culto, precisamente una de las prácticas que, según la comunidad judía, más necesitan de una ayuda económica por parte del Estado «tal como lo hace con la Iglesia católica».
A pesar de estas dificultades, el presidente de la FCJE consideró «no del todo idóneo» el actual sistema de financiación de la Iglesia católica a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y la posibilidad de que la religión judía también tenga su propia casilla en la declaración de la Renta.
Según explicó, para contar con una casilla «deberíamos estar seguros del uso que se va a dar a esos datos de identificación nacional». «¿Quién puede garantizar que no habrá un mal uso de esto en un futuro?», se preguntó Israel, quien, por ello, afirmó que la mejor solución sería «la inclusión de una sola casilla que representara a todas las confesiones religiosas y cuyos ingresos se repartieran previo acuerdo».
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