viernes, 10 de octubre de 2008

De religión y deformación de la ciencia

. viernes, 10 de octubre de 2008

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Otra fuente de influencia de la Iglesia hegemónica es su papel en la formación de grupos de elite, conduciendo con visión teológica instituciones de educación básica, media y superior. Ahí se han formado muchos de los actuales funcionarios y legisladores. Esto ha provocado un retroceso en las políticas de población y una erosión de la educación laica: se reduce la inversión en género y salud reproductiva mientras se impulsan campañas de educación sexual de inspiración cristiana. La visión eclesial ha sido una barrera para el acceso al conocimiento científico de la juventud mexicana, y al tratar de infiltrarse en asuntos seculares ha entrado en conflicto con instituciones estatales, incluyendo legisladores y ministros de la Suprema Corte.




Con el avance del conservadurismo no sólo se ignora la ciencia, sino que se miente en nombre de la ciencia.


Es tan grotesco, que se afirma en un texto, avalado por la SEP, que si la masturbación se vuelve recurrente puede denotar estrés, ansiedad, exceso de estímulos visuales, angustia y sentimientos de soledad. O decir que la abstinencia sexual es 100 por ciento segura para prevenir un embarazo o el sida, cuando se ha demostrado que ese enfoque no reduce los coitos vaginales ni el embarazo y, en cambio, los programas exitosos son aquellos que incluyen mensajes muy directos para evitar relaciones sexuales sin protección, usar siempre el condón, tener reflexiones grupales, tutoría individual y servicios de salud reproductiva en la escuela o centro de salud.
Es un hecho que la ubicación de la ciencia como campo universal de dominio sobre otros campos fue producto de la modernidad, del desarrollo industrial y de la producción mercantil a gran escala. Vale la pena recordar que fueron necesidades sociales las que dieron origen a la ciencia moderna, fuerzas revolucionarias que después de luchas violentas lograron desplazar la construcción del conocimiento hacia un terreno independiente de la autoridad de la Iglesia de Roma.


El universo copernicano tuvo que golpear los cimientos de ese edificio eclesial que representó por tantos siglos la hegemonía sobre la verdad. Hoy nadie cree que existe un planeta en torno al cual gire el universo, como tampoco hay una sola institución dueña del conocimiento.


Hace más de cuatro siglos se comprobó que en la naturaleza no hay territorios privilegiados, pero si en aquel tiempo esa evidencia llevó a la hoguera a Giordano Bruno, hoy es la ignorancia la que está quemando a las masas con el fin de volver a monopolizar el conocimiento y fomentar la sumisión.

ESTO QUE HAS VISTO, DIFUNDELO.........................

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