Lunes de Marzo 2009
Por Fernando Urbano Castillo PachecoEl semanario "Desde la Fe" que edita la Arquidiócesis Primada de México ha sido un instrumento de la iglesia católica en nuestro país para ir mas allá de su función evangelizadora que le corresponde y en diversas ocasiones, a través de sus páginas, el clero se ha expresado en materias que no le corresponden.
Esa actitud por parte de la curia es una clara afrenta a la legislación de nuestro país y al principio constitucional e histórico de la separación Iglesia-Estado.
El articulo 130 de nuestra Constitución Federal establece con toda claridad la separación que tendrá la actividad evangelizadora de las iglesias de los asuntos políticos del país y señala con precisión el impedimento de los ministros para expresar, mediante publicaciones de tipo religioso opiniones que vayan en contra del país o de sus instituciones.
La publicación del semanario "Desde la fe" el domingo 15 de marzo incluye en su editorial una serie de comentarios en los que denostó a un partido político (PRI) y a sus legisladores, lanzando graves acusaciones de complicidad con grupos de delincuencia organizada sin aportar prueba alguna y tratando de ejercer presión para la aprobación de diversas iniciativas del presidente Calderón y del grupo parlamentario del PAN.
Mas allá de la trascendencia o no de las suposiciones planteadas por la iglesia, el hecho lamentable es que un grupo religioso está violentando la ley y emitiendo opiniones respecto a asuntos que le están vedados.
Se señala expresamente en la constitución que en las publicaciones de contenido religioso no podrán ser utilizadas para oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, si se toma en cuenta que la misma constitución establece que los partidos políticos son entidades del poder publico es evidente que el ataque infame lanzado por la iglesia católica en el semanario en comento es una flagrante violación a la Constitución Federal.
Profesemos o no la religión católica, es innegable la presencia que la institución ha tenido en nuestra cultura. Ciertos espacios de socialización, de formas de asumir la vida, hasta la misma disposición espacial de las ciudades y pueblos, tienen que ver con la influencia de la iglesia que se ha mantenido prácticamente incólume desde los tiempos de la Nueva España, a pesar de los embates de la secularización de los siglos XVIII y XIX, y de la radicalización de los gobiernos revolucionarios de los generales Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. Las relaciones entre el Estado y la iglesia han sido francamente complicadas y tormentosas, pero al mismo tiempo ambas instancias han aprendido a negociar y buscar espacios para la conciliación, lamentablemente desde que el Partido Acción Nacional ha accedido al poder Ejecutivo Federal, la iglesia ha tenido cada vez mayor oportunidad de participar en el debate político del país.
Hoy, ante el ataque perverso de la semana pasada, se hace necesario el recordar las palabras del líder mundial mas emblemático de la historia de la humanidad, Jesucristo, que dijo "Dad al César lo que es del César y dad a Dios lo que es de Dios".
Esta idea, fue secundada hace poco tiempo por el líder de la iglesia católica, Joseph Ratzinger –Benedicto XVI- quien en una visita a la embajada italiana ante la Santa Sede dijo: "La Iglesia es muy consciente de que pertenece a la estructura fundamental del cristianismo la distinción entre lo que es del César y lo que es de Dios, es decir la distinción entre Estado e Iglesia. (...) Esa distinción y esa autonomía son respetadas y reconocidas por la Iglesia, que se alegra de ellas considerándolas un gran progreso para la humanidad y una condición fundamental para su libertad y para el cumplimiento de su misión universal de salvación entre todos los pueblos".
La jerarquía católica en nuestro país se ha olvidado de eso y pretende imponer sus ideas y pensamientos mas allá del fuero interno de las personas y haciendo uso de su estructura para poder llegar a la esfera del poder público, lamentablemente el gobierno de la República no está haciendo nada para forzar a los grupos religiosos a abstenerse de intervenir en el debate político de la nación y respetar la restricción constitucional a su libertad de expresarse, puesto que como grupo religioso no pueden intervenir en cuestiones políticas.
Lamentablemente, ante la falta de acción de parte del gobierno solo nos queda pedirle a Dios por el Estado laico y que no llegue el día que la ley se promulgue en el púlpito.
El caso de la Ley Bailleres
En Puebla los grupos religiosos presionaron a los órganos de gobierno para establecer en la constitución del Estado, principios cuya tendencia es la prohibición del aborto y la muerte digna.
Más allá de la opinión que pueda tener al respecto y que me la reservo, me parece aberrante la intromisión de la iglesia católica en cuestiones legislativas, tal vez los hombres de sotana deberían de reencauzar sus esfuerzos para lograr infundir en las personas los principios éticos de protección de la vida, para que quede en cada quien el hecho de tomar sus decisiones, puesto que tristemente no por haberse prohibido en la Constitución del Estado dejará de haber abortos, estos seguirán en la clandestinidad y el número de mujeres muertas por procedimientos mal practicados no disminuirá.
ESTO QUE HAS VISTO, DIFUNDELO....
1 comentarios :
Que buen analisis... Si Juarez no hubiera muerto...
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