“Jerarcas del clero, voceros del gobierno federal”

Martes 24 de marzo, 2009

queja. José Alfonso Suárez en desacuerdo con la iglesia.

Una enérgica condena en contra de la intervención de la Iglesia católica en asuntos de política interna manifestaron ayer diputados del PRI y PRD, ya que ésta, basada en el derecho constitucional de la libertad de expresión, aprovecha su órgano de información, Desde la Fe, para inmiscuirse en asuntos de gobierno, de Estado y de política partidaria del país.



El perredista José Alfonso Suárez del Real, secretario de la Comisión de Cultura en San Lázaro, acusó además a los jerarcas del clero de estar convertidos "en voceros del gobierno federal".



En el Foro "Intereclesiástico Mexicano A.C., por la Defensa y Consolidación del Legado de Juárez: el Estado Laico", celebrado en la Cámara baja, Suárez del Real sostuvo que Desde la Fe se convirtió en el vocero oficial del PAN para fustigar al PRI, y se integró "como comparsa en la campaña de presión entre partidos políticos".



Aseguró que su partido está a favor de la libre expresión, pero reprochó que la Iglesia católica se abrogue las facultades de "vocero oficioso" de una expresión política, para atacar a un partido político; "eso, en el pueblo, se llama ser rastreros", precisó.



Y acusó a la Iglesia de padecer amnesia y, por tanto, olvidase de los asuntos que le deben ser propios, como "la condena al pecado de la usura. No hemos escuchado las voces eclesiásticas recordándoles a los banqueros que la usura es un pecado".



Por su parte, la vocera del PRI en la Cámara baja, Beatriz Pagés, indicó que la Iglesia católica tiene derecho a expresar su posición, pero sólo en la medida que sus argumentos no tengan la finalidad de ocupar espacios políticos ni busquen consolidar posiciones partidistas o de poder.



Recordó que en el Senado de la República se discuten dos iniciativas enviadas por el Ejecutivo nacional para combatir al crimen organizado; una de ellas tiene que ver con el narcomenudeo y la otra con la extinción de dominio a narcotraficantes.



Consideró que "la Iglesia presiona, junto con el gobierno federal, para que se aprueben de inmediato esas leyes y acusa a los legisladores de hacer el juego a los cárteles de la droga al retrasar la aprobación".



Con ello, agregó Pagés, la jerarquía católica manifiesta "una posición sesgada, politizada y mal informada".



Al respecto, el perredista Suárez del Real señaló que la Ley de Extinción de Dominio "se debate y se discute en el Congreso de la Unión, no en el púlpito de las iglesias".


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