Viernes 30 de Octubre del 2009
El sacerdote fue beneficiado por el sistema de libertad anticipada
León, Gto.-Ya está en libertad el sacerdote católico José Luis de Maria y Campos López, quien cumplió una condena en el CeReSo de León por el delito de corrupción de menores e incapaces.
El padre José de María y Campos. Foto:Archivo
Estaba sentenciado a seis años de cárcel, pero fue beneficiado por el sistema de libertad anticipada y solamente cumplió una reclusión de cuatro años y siete meses.
El artículo 34 de la Ley de Ejecución de Sanciones Privativas de la Libertad para el estado de Guanajuato, establece que el condenado a prisión tendrá derecho a la libertad anticipada, por resolución del Ejecutivo, mientras haya cumplido las dos terceras partes de su sanción.
Salvo que se trate de reincidentes o de condenados por delito grave, como es el caso del Padre De Maria y Campos López, deberán compurgar las tres cuartas partes de su pena, las cuales cumplió el 26 de septiembre.
El padre José Luis quedó en libertad este martes por la tarde, de acuerdo con funcionarios de la Procuraduría de Justicia.
Para lograr su libertad, el sacerdote cumplió con el requisito de observar buena conducta durante su reclusión y alcanzar un adecuado grado de readaptación social.
Un Consejo Técnico Interdisciplinario dictaminó la libertad del sentenciado.
De acuerdo con la Procuraduría de Justicia, el sacerdote fue detenido el 26 de marzo del 2005 y sentenciado a seis años de prisión por los delitos de procuración o facilitamiento de corrupción de menores y abusos eróticos sexuales.
El proceso penal fue el número 91/2005 y la sentencia fue emitida el 21 de septiembre del 2006.
El sacerdote José Luis de Maria y Campos López no tienen procesos pendientes por cumplir.
Pero el padre tiene ciertas limitantes.
De acuerdo con la ley penitenciaria de Guanajuato, deberá residir en el lugar que se le determine, del cual sólo podrá ausentarse con permiso de la Dirección de Prevención y Readaptación Social.
Como antecedente de este caso, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló la sentencia de seis años de prisión.
Fue declarado culpable de corromper sexualmente a tres de sus acólitos durante los nueve meses que estuvo al frente de la cuasiparroquia de Santa María de Cementos.
Presuntamente les ofrecía regalos como zapatos y ropa de marca.
El abogado defensor Raymundo Padilla Lucio siempre señaló que la pena que le fue impuesta al sacerdote era injusta, ya que la acusación no estaba bien definida, por lo que José Luis de Maria Campos debería estar en libertad.
Actualmente el sacerdote tiene 47 años de edad.
En julio del 2004, llegó a la "cuasiparroquia" de Santa María de Cementos.
Logró que 24 niños lo apoyaran como acólitos.
El 5 de marzo del 2005, una de las mamás presentó una denuncia en la Procuraduría de Justicia en León, debido a que su hijo le contó que fue víctima de abusos por parte del padre.
A la denuncia se sumaron otras dos.
Supuestamente el padre daba obsequios a los niños para corromperlos. Al saber de la acusación en su contra escapó a Zapopan, Jalisco.
Fue aprehendido el 26 de marzo del 2005 donde se refugiaba en la casa de unos familiares y fue recluido en el Cereso de León.
En los últimos años ha sido uno de los reos más visitados del Centro de Readaptación Social de León.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que el delito previsto en el Código Penal de la entidad "parte de un concepto claro y preciso, al sancionar cualquier conducta que procure, facilite o mantenga a un menor de 18 años de edad o a un incapaz en la corrupción".
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