Domingo 11 de julio del 2010 Berlin Alemania
El máximo arzobispo alemán reconoció el viernes haber cometido errores al tratar las denuncias contra un sacerdote que al parecer cometió actos impúdicos con varios muchachos durante más de dos décadas.
Robert Zollitsch, arzobispo de Friburgo y presidente de la Conferencia Episcopal alemana, admitió que debió haber examinado más detenidamente las denuncias de abusos sexuales procedentes de la congregación del sacerdote en 1992.
El cura, que no ha sido identificado, es acusado de molestar a varios monaguillos y a otros jóvenes cuando trabajó en la población de Oberharmersbach de 1968 a 1991. Zollitsch fue jefe de personal de la diócesis en aquel entonces y responsable por el destino de los sacerdotes.
Zollitsch dijo estar "anonadado por la inmensurable extensión de los abusos en Oberharmersbach, que quedaron en evidencia apenas en los últimos meses".
En la declaración escrita difundida por su diócesis, Zollitsch dijo que lamentaba que la diócesis dijera erróneamente en marzo que no supo las denuncias antes de 1995, cuando en realidad había comenzado a tratar el caso en 1992.
Los fiscales iniciaron el mes pasado una investigación del obispo por su manejo de los abusos sexuales en otro caso que atendió hace décadas. En aquel entonces la diócesis dijo que las sospechas carecían de pruebas, pero en su declaración del viernes Zollitsch no mencionó el caso.
Zollitsch se ha reunido con las víctimas y sus familiares y les pidió disculpas, según la declaración.
Solamente en la diócesis de Zollitsch surgieron acusaciones contra 44 sacerdotes en los primeros seis meses del año, dijo la declaración. Los casos van de 1950 a fines del 2000. Unos 16 de los sacerdotes murieron y otros 12 se han jubilado, mientras cuatro han sido suspendidos, dijo la nota.
Por otra parte, el Vaticano exoneró el viernes, a dos líderes de un monasterio benedictino alemán que dimitieron debido a un escándalo de abusos sexuales en una escuela.
El monasterio Ettal publicó el viernes una carta escrita por el cardenal Franc Rode, titular de órdenes religiosas de la Santa Sede, en la que dice que el ex abad Barnabas Boegle y el prior Maurus Krass cumplieron con normas internas a la hora de alertar a las autoridades eclesiásticas de acusaciones de abuso sexual.
La carta dijo que Boegle "hizo todo lo necesario en el caso" y que ambos podrían intentar recuperar sus cargos.
Ambos renunciaron a éstos en febrero después de que antiguos estudiantes de la escuela del monasterio Ettal denunciaran que fueron abusados por sacerdotes en las décadas previas a 1990 _ antes de ambos monjes ocuparan sus puestos.
Una investigación presentada en abril descubrió que cientos de estudiantes fueron probablemente sujetos de abuso físico.
FUENTE
http://www.univision.com/contentroot/wirefeeds/50noticias/8251992.shtml
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