Iglesia acepta disculpa de SSP

Jueves 6 de Agosto del 2009

La Arquidiócesis de México consideró oportuno el que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal haya aceptado “el grave error que cometió”, luego de la incursión de elementos de esa corporación en un templo de Apatzingán, Michoacán.

El arzobispado, encabezado por el cardenal Norberto Rivera, consideró lamentables las opiniones en favor de esa acción.

Por separado, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reconoció la disculpa de la SSP y refrendó su compromiso de colaborar con la autoridad.

Subrayó que la Iglesia católica y sus obispos jamás contribuirán a la obstrucción de la justicia, como lo han querido señalar algunas voces que por desconocimiento o mala fe se han expresado al respecto.

“Reiteramos que ningún templo católico es, ni será, lugar donde se pueda ocultar, bajo ningún pretexto, la delincuencia”.

La Arquidiócesis, mediante un editorial difundido ayer en su página en internet, sostiene: “La santa misa es el acontecimiento de fe más sagrado para los católicos, e interrumpirlo violentamente no sólo es una falta de respeto a los fieles, sino también un sacrilegio de suma gravedad”.

El sábado pasado, policías federales detuvieron en una operación sorpresiva a Miguel Ángel Beraza, La Troca, presunto integrante de La Familia, durante una misa en el templo del Perpetuo Socorro, en Apatzingán.

La SSP ofreció el martes una disculpa a las autoridades de la Iglesia católica y la feligresía, “por las circunstancias en las que tuvo que realizarse el operativo”. En un comunicado, expuso que “ratifica el respeto irrestricto a toda manifestación de culto o celebración religiosa”.

La Arquidiócesis señaló en su editorial de ayer que la participación de delincuentes en misa, sin el menor escrúpulo o conciencia moral, ofende también a la eucaristía, pues pretenden hacer compatible la fe “con sus abominables prácticas delictivas”.

Si bien no existe un decreto de excomunión particular para estos criminales, saben bien que se encuentran, de facto, fuera de la Iglesia, mientras no enmienden la maldad de sus obras, indicó.

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