Sábado 24 de marzo del 2012. México
Ayer por la tarde, mientras monitoreaba junto con el equipo de SDPNoticias.com la llegada del papa Benedicto XVI a México, me di cuenta de algo que en realidad me sorprendió.
En cuanto a número de visitas, las notas del máximo jerarca de la Iglesia Católica arrojaban números mediocres tendiendo a malos. De plano.
Notas como la del sospechoso “desaire” del miembro de los “Chuchos”, grupo del PRD cercano al PAN, Guadalupe Acosta Naranjo al ex candidato presidencial Felipe Calderón y una sobre ¡Zimbabwe! causaron más interés en nuestro portal que el aterrizaje de Benedicto XVI.
Y no fue algo que sólo notara yo. En Twitter se difundió la noticia de que en la capital de México, la llegada del papa había sido recibida con abrumadora indiferencia.
Al parecer, fuera de la zona de más rancio catolicismo en México, el Bajío, una especie de zona libre de desarrollo intelectual desde el siglo XIX y algunas zonas hipócritas del norte del país en donde los
PANazis ladran estulticias sobre el “derecho a la vida” imitando a los peorcitos fundamentalistas gringos, el fanatismo católico va en franco declive. Y es comprensible. Abusos como los de los sacerdotes pederastas y posturas retrógradas ante temas como el aborto y el matrimonio gay difícilmente atraerán nuevos “fans” a los autoproclamados representantes de Jehová y su hijo en este mundo.
Fuente:
http://www.sdpnoticias.com/columna/7998/Y_la_llegada_del_papa_Benedicto_XVI_a_Mexico_nada_mas_no_prendio
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