29 Agosto 2012 - 4:27am — Adriana Esthela Flores, Francisco García Davish y Eugenia Jiménez
Los habitantes de la comunidad La Injertada pusieron cinco requisitos para construir el salón de clases, entre ellos introducir agua potable y drenaje.
Foto: Héctor Téllez
Michoacán y México • El primer paso para la
solución del conflicto en Nueva Jerusalén empezó con un problema:
pobladores de la comunidad La Injertada se inconformaron por la
construcción del aula provisional que construirá el gobierno estatal
para albergar a los 270 niños laicos del grupo de dicha zona.
Al mediodía, el gobierno estatal envió maquinaria y camiones con material para construir el salón en una parte del patio de la primaria José María Morelos, de la comunidad ubicada a dos kilómetros de Nueva Jerusalén.
Los pobladores reaccionaron sorprendidos debido a que apenas el viernes pasado se enteraron del proyecto y las autoridades no se comprometieron de manera oficial a cumplirles sus condiciones.
Los habitantes pidieron cinco requisitos para la construcción del aula: la introducción de agua potable y drenaje, un camino pavimentado, el desbloqueo del acceso a Nueva Jerusalén, la construcción de un puente para cruzar un arroyo cercano y la adquisición de otro terreno para ampliar la escuela.
Sin embargo, los habitantes y el gobierno no firmaron ningún convenio para hacer oficial la promesa, por lo que los pobladores intentaron en un principio bloquear el acceso de los camiones y la maquinaria.
“Lo que pasa es que no firmamos nada. El acuerdo fue solo de palabra”, expresó Crispino Mendoza, presidente de la Comisión de Orden de La Injertada.
“Nosotros si queremos tener a los niños, no tenemos problema, pero nos falta el documento”, añadió.
Otro de los principales argumentos de los vecinos para oponerse al aula, es que la primaria solo tiene capacidad para 40 alumnos divididos en dos salones.
La escuela solo tiene dos baños sin agua ni drenaje y para entrar al comedor los alumnos deben dividirse en tres grupos ante lo reducido del espacio.
“Queremos un patio más grande, porque no sabemos qué puede pasar si andan estos niños grandes y pequeños juntos. No sabemos ahí lo que pueda pasar”, dijo Tranquilino Magaña, otro habitante de la comunidad.
Los vecinos también advirtieron sobre el riesgo que implica el actual puente sobre el arroyo, pues afirmaron que la estructura se inunda fácilmente y eso impediría que los niños acudan a la escuela en caso de lluvias.
“Esto es una imposición del gobierno para los dos grupos, porque ni siquiera los ha convencido de aceptar la escuela y a nosotros ya nos dijo que está todo listo para que nuestros niños estudien aquí, aunque nosotros no queremos”, dijo Hermenegildo Ramírez, uno de los voceros del grupo disiente.
“Lo que nosotros exigimos es que se aplique la ley en Nueva Jerusalén y está claro que para el gobierno, lo que menos importa es el conflicto de nuestra comunidad”, subrayó.
Al lugar acudieron funcionarios del gobierno de Michoacán, quienes se llevaron el borrador del convenio con los pobladores de La Injertada y se comprometieron a afinarlo para formalizarlo.
No es una guerra religiosa
“Esto no es una guerra religiosa, yo no soy responsable de la violencia, ellos lo son por estar en la anarquía”, así habló el alcalde de Turicato, Salvador Barrera Medrano, el principal opositor político de la comunidad tradicionalista de Nueva Jerusalén.
El alcalde aseguró que en esa comunidad se vive en total anarquía, porque ni siquiera hay un registro oficial de las personas que habitan ahí y que podrían utilizar Nueva Jerusalén como refugio de prófugos de la justicia.
El presidente municipal, a quienes los voceros de Nueva Jerusalén señalan como responsable en caso de que brote la violencia, afirmó que el grupo es movido por intereses políticos por parte del PRI y que 95 por ciento de sus habitantes son foráneos y de quienes poco se sabe.
“Secta” y particulares
El conflicto en Nueva Jerusalén no es religioso, es de una secta y particulares, y los niños no tienen ninguna culpa, afirmó el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, quien mencionó que la demolición de la escuela Vicente Guerrero no quedará impune y se ejercerá la acción penal contra quien resulte responsable.
Hacer cumplir la ley
La Secretaría de Gobernación puede quitarle el templo de Nueva Jerusalén a sus líderes religiosos “si hace cumplir la ley”, porque opera para su culto público desde antes de las reformas constitucionales de 1992, por lo tanto es propiedad de la nación, coincidieron el pastor Arturo Farela, de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, y el abogado especialista en asociaciones religiosas, Jorge Lee.
Entrevistados por MILENIO, indicaron que la Segob no puede justificar por qué no actúa en el conflicto, y señalan que ese grupo no tiene registro de asociación religiosa y decir que es un problema entre particulares no tiene sustento jurídico.
Señalaron que el reglamento de la Ley de Culto y Asociaciones Religiosas en su artículo 21 es claro:
“Corresponde solo a las asociaciones religiosas el derecho a usar en forma exclusiva bienes propiedad de la nación que se hayan destinado para fines religiosos antes del 29 de enero de 1992, de conformidad con lo previsto en el artículo decimoséptimo transitorio de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y fracción VI del artículo noveno de la ley. Salvo acreditación por parte de terceros de un mejor derecho, el uso de inmuebles propiedad de la nación corresponde a la asociación religiosa que los haya declarado ante la secretaría. La sola ocupación o utilización de dichos inmuebles por parte de los ministros de culto, asociados o cualquier otra persona, no creará derechos a favor de los mismos”.
Además, en el artículo 10 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público se establece:
“Los actos que en las materias reguladas por esta ley lleven a cabo de manera habitual persona, o iglesias y agrupaciones religiosas sin contar con el registro constitutivo a que se refiere el artículo sexto, serán atribuidos a las personas físicas, o morales en su caso, las que estarán sujetas a las obligaciones establecidas en este ordenamiento. Tales iglesias y agrupaciones no tendrán los derechos a que se refieren las fracciones IV, V, VI y VII del artículo 9o. de esta ley y las demás disposiciones aplicables”.
Con este artículo se pueden fincar infracciones a ese grupo religioso por haber destruido la escuela, señaló Jorge Lee.
Claves
Actitud pasiva
► El secretario general ejecutivo del SNTE, Juan Díaz de la Torre, aseveró que es inadmisible para el Estado mexicano la transgresión a los postulados contenidos en el artículo 3 de la Constitución en Nueva Jerusalén.
► Ante la pasividad que a su parecer han asumido las autoridades educativas, exigió condiciones de seguridad necesarias para que en Nueva Jerusalén los niños y jóvenes reciban educación de calidad, laica y gratuita.
Al mediodía, el gobierno estatal envió maquinaria y camiones con material para construir el salón en una parte del patio de la primaria José María Morelos, de la comunidad ubicada a dos kilómetros de Nueva Jerusalén.
Los pobladores reaccionaron sorprendidos debido a que apenas el viernes pasado se enteraron del proyecto y las autoridades no se comprometieron de manera oficial a cumplirles sus condiciones.
Los habitantes pidieron cinco requisitos para la construcción del aula: la introducción de agua potable y drenaje, un camino pavimentado, el desbloqueo del acceso a Nueva Jerusalén, la construcción de un puente para cruzar un arroyo cercano y la adquisición de otro terreno para ampliar la escuela.
Sin embargo, los habitantes y el gobierno no firmaron ningún convenio para hacer oficial la promesa, por lo que los pobladores intentaron en un principio bloquear el acceso de los camiones y la maquinaria.
“Lo que pasa es que no firmamos nada. El acuerdo fue solo de palabra”, expresó Crispino Mendoza, presidente de la Comisión de Orden de La Injertada.
“Nosotros si queremos tener a los niños, no tenemos problema, pero nos falta el documento”, añadió.
Otro de los principales argumentos de los vecinos para oponerse al aula, es que la primaria solo tiene capacidad para 40 alumnos divididos en dos salones.
La escuela solo tiene dos baños sin agua ni drenaje y para entrar al comedor los alumnos deben dividirse en tres grupos ante lo reducido del espacio.
“Queremos un patio más grande, porque no sabemos qué puede pasar si andan estos niños grandes y pequeños juntos. No sabemos ahí lo que pueda pasar”, dijo Tranquilino Magaña, otro habitante de la comunidad.
Los vecinos también advirtieron sobre el riesgo que implica el actual puente sobre el arroyo, pues afirmaron que la estructura se inunda fácilmente y eso impediría que los niños acudan a la escuela en caso de lluvias.
“Esto es una imposición del gobierno para los dos grupos, porque ni siquiera los ha convencido de aceptar la escuela y a nosotros ya nos dijo que está todo listo para que nuestros niños estudien aquí, aunque nosotros no queremos”, dijo Hermenegildo Ramírez, uno de los voceros del grupo disiente.
“Lo que nosotros exigimos es que se aplique la ley en Nueva Jerusalén y está claro que para el gobierno, lo que menos importa es el conflicto de nuestra comunidad”, subrayó.
Al lugar acudieron funcionarios del gobierno de Michoacán, quienes se llevaron el borrador del convenio con los pobladores de La Injertada y se comprometieron a afinarlo para formalizarlo.
No es una guerra religiosa
“Esto no es una guerra religiosa, yo no soy responsable de la violencia, ellos lo son por estar en la anarquía”, así habló el alcalde de Turicato, Salvador Barrera Medrano, el principal opositor político de la comunidad tradicionalista de Nueva Jerusalén.
El alcalde aseguró que en esa comunidad se vive en total anarquía, porque ni siquiera hay un registro oficial de las personas que habitan ahí y que podrían utilizar Nueva Jerusalén como refugio de prófugos de la justicia.
El presidente municipal, a quienes los voceros de Nueva Jerusalén señalan como responsable en caso de que brote la violencia, afirmó que el grupo es movido por intereses políticos por parte del PRI y que 95 por ciento de sus habitantes son foráneos y de quienes poco se sabe.
“Secta” y particulares
El conflicto en Nueva Jerusalén no es religioso, es de una secta y particulares, y los niños no tienen ninguna culpa, afirmó el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, quien mencionó que la demolición de la escuela Vicente Guerrero no quedará impune y se ejercerá la acción penal contra quien resulte responsable.
Hacer cumplir la ley
La Secretaría de Gobernación puede quitarle el templo de Nueva Jerusalén a sus líderes religiosos “si hace cumplir la ley”, porque opera para su culto público desde antes de las reformas constitucionales de 1992, por lo tanto es propiedad de la nación, coincidieron el pastor Arturo Farela, de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, y el abogado especialista en asociaciones religiosas, Jorge Lee.
Entrevistados por MILENIO, indicaron que la Segob no puede justificar por qué no actúa en el conflicto, y señalan que ese grupo no tiene registro de asociación religiosa y decir que es un problema entre particulares no tiene sustento jurídico.
Señalaron que el reglamento de la Ley de Culto y Asociaciones Religiosas en su artículo 21 es claro:
“Corresponde solo a las asociaciones religiosas el derecho a usar en forma exclusiva bienes propiedad de la nación que se hayan destinado para fines religiosos antes del 29 de enero de 1992, de conformidad con lo previsto en el artículo decimoséptimo transitorio de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y fracción VI del artículo noveno de la ley. Salvo acreditación por parte de terceros de un mejor derecho, el uso de inmuebles propiedad de la nación corresponde a la asociación religiosa que los haya declarado ante la secretaría. La sola ocupación o utilización de dichos inmuebles por parte de los ministros de culto, asociados o cualquier otra persona, no creará derechos a favor de los mismos”.
Además, en el artículo 10 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público se establece:
“Los actos que en las materias reguladas por esta ley lleven a cabo de manera habitual persona, o iglesias y agrupaciones religiosas sin contar con el registro constitutivo a que se refiere el artículo sexto, serán atribuidos a las personas físicas, o morales en su caso, las que estarán sujetas a las obligaciones establecidas en este ordenamiento. Tales iglesias y agrupaciones no tendrán los derechos a que se refieren las fracciones IV, V, VI y VII del artículo 9o. de esta ley y las demás disposiciones aplicables”.
Con este artículo se pueden fincar infracciones a ese grupo religioso por haber destruido la escuela, señaló Jorge Lee.
Claves
Actitud pasiva
► El secretario general ejecutivo del SNTE, Juan Díaz de la Torre, aseveró que es inadmisible para el Estado mexicano la transgresión a los postulados contenidos en el artículo 3 de la Constitución en Nueva Jerusalén.
► Ante la pasividad que a su parecer han asumido las autoridades educativas, exigió condiciones de seguridad necesarias para que en Nueva Jerusalén los niños y jóvenes reciban educación de calidad, laica y gratuita.
Fuente: http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/a47f9a2ae3be54c547c84ed3e91e855e
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