Miércoles 31 de agosto del 2011
El obispo de Saltillo ha sido requerido por la sede pontificia para responder a las acusaciones de haberse distanciado de la doctrina católica al evangelizar homosexuales en la comunidad de San Elredo.
Las acciones progresistas del obispo Raúl Vera lo llevan una vez más a rendir cuentas ante el Vaticano, ahora por el trabajo evangélico con la comunidad homosexual y el apoyo de organizaciones que preside a la interrupción legal del embarazo.
El prelado dominico dijo que hay gente que se escandaliza y cree que atenderlos es fomentar el pecado. Foto: Sara Escobar/Archivo
Calificado por sus detractores de “rebelde” y “rojillo”, ha sido víctima de ataques de grupos conservadores durante casi 15 años, tiempo en el que ha librado diversas batallas por defender su posición a favor de los grupos marginados, incluso algunas contra otros obispos.
El obispo de Saltillo ha sido requerido en Roma para fines de este mes, ante las acusaciones de haberse distanciado de la doctrina católica implementada para evangelizar a los homosexuales en la comunidad de San Elredo, creada hace nueve años en esa diócesis.
La controversia surgió después de que en marzo anunciara la realización de un foro de esa comunidad que provocó las críticas de ACI prensa, sitio que se convirtió en un foro de debate sobre el trabajo del obispo dominico. A través de esta agencia católica recibió reproches de los movimientos conservadores.
Aunado a esa controversia, el 15 de julio aparecieron mantas colgadas en los barandales del atrio de la Catedral de Saltillo, en las que se leía “Queremos un obispo católico”.
Esto para recriminar las acciones depurpurado en favor de los derechos humanos de los trabajadores migrantes, por sus denuncias de desapariciones forzadas que involucran a policías de Coahuila y por sus críticas al proceso electoral en la entidad, consideradas como un ataque a sectores políticos.
El 3 de agosto, en entrevista con la agencia LifeSiteNews, Vera reconoció guiar el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, Chiapas, y del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, ambas instituciones forman parte de la red “Todos los derechos para todos y todas”, que promovieron la interrupción legal del embarazo en 2007 en el DF y en 2008 firmaron una declaración para oponerse a la reforma constitucional que buscaba salvaguardar la vida de los no nacidos.
Soy fiel a Roma
Raúl Vera, en entrevista con MILENIO, dijo que es “fiel a Roma” y explicó que se reunirá con el prefecto de la Congregación para los Obispos, Marc Ovellej, con quien tratara sobre el trabajo pastoral que realiza con homosexuales, el cual, señaló, “es una cuestión de frontera, no es una situación fácil... No es la primera ni la última vez que platique con autoridades de mi trabajo”.
Raúl Vera, en entrevista con MILENIO, dijo que es “fiel a Roma” y explicó que se reunirá con el prefecto de la Congregación para los Obispos, Marc Ovellej, con quien tratara sobre el trabajo pastoral que realiza con homosexuales, el cual, señaló, “es una cuestión de frontera, no es una situación fácil... No es la primera ni la última vez que platique con autoridades de mi trabajo”.
Recordó que al ser nombrado obispo para Ciudad Altamirano fue llamado a rendir informes constantemente porque se vivía una situación grave. Lo mismo sucedió al ser coadjutor en la diócesis de San Cristóbal de las Casas.
El viaje al Vaticano, sostuvo, “no es una cosa nueva”, pero reliza “una pastoral controvertida”.
De las acusaciones por su labor con los homosexuales, comentó que “hay diferentes posiciones en la Iglesia y hay gente que se escandaliza y cree que atender a homosexuales es fomentar la promiscuidad y el pecado. Es lo mismo que con migrantes y hemos trabajado para quitar la homofobia. Con mucho gusto voy y platico”.
Antes había anunciado que durante su estancia en el Vaticano entregaría un informe sobre las desapariciones en el norte del país a causa de la guerra contra el crimen organizado.
Otros casos polémicos
••• Durante su trabajo pastoral, desde que se consagró como obispo el 6 de enero de 1988, designado a la diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero, y posteriormente como coadjutor de San Cristóbal de las Casas, el 14 agosto de 1995, y en 2000 a Saltillo, se definió como un jerarca católico a favor de la opción preferencial por los pobres.
••• Durante su trabajo pastoral, desde que se consagró como obispo el 6 de enero de 1988, designado a la diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero, y posteriormente como coadjutor de San Cristóbal de las Casas, el 14 agosto de 1995, y en 2000 a Saltillo, se definió como un jerarca católico a favor de la opción preferencial por los pobres.
En la diócesis de Saltillo, el obispo dominico demandó justicia para familiares de las víctimas de la mina Pasta de Conchos. También denunció a las empresas mineras que explotan a los trabajadores en condiciones de inseguridad, posición que le mereció el reproche del obispo Alonso Garza Treviño de la diócesis de Piedras Negras, a quien le correspondía esa zona.
A fines de 2007, el juez penal Hiradier Huerta —quien liberó a la mayor parte de los soldados supuestamente perpetradores de la violación tumultuaria a 13 prostitutas de la zona de tolerancia en Castaños, Coahuila— solicitó al papa Benedicto XVI iniciar un procedimiento canónico contra Raúl Vera por haber atentado contra su moral.
En el documento que entregó al Tribunal Supremo de la Asignatura Apostólica, en Roma, consideró que Vera incurrió en “abuso de potestad eclesiástica”, y argumentó que durante el proceso judicial contra los elementos del 14 Regimiento de Caballería Motorizada, el obispo Vera “se ha encargado de manera reiterada de desestimar mi función e infamar al suscrito”.
FUENTE:
http://impreso.milenio.com/node/9017127
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