Miércoles 03 de marzo del 2013
La baja masiva de católicos en Alemania ha obligado a la venta de
Iglesias que, sin feligreses que acudan a ellas, pierden su razón de ser
y, en términos más fríos, vuelven incosteable su manutención; un
fenómeno que quizá revele con crudeza la capacidad de este sistema para
volverlo todo una mercancía potencialmente desechable.
En una medida un tanto desesperada para evitar la fuga de fondos y, parafraseando la metáfora de los Evangelios, echar dinero bueno en odres viejos, el Arzobispado de Berlín decidió poner a la vente una iglesia y una capilla construidas apenas hace unas pocas décadas, esto porque, simplemente, no puede costear más su mantenimiento.
Según se lee en su sitio web,
la división del catolicismo en Alemania ofrece una capilla en la ciudad
de Loitz (Mecklemburgo-Pomerania Occidenta) en un precio inicial de 20
mil euros (con un terreno de más de mil metros cuadrados de superficie),
y una nave de 175 metros cuadrados en un terreno de 952 metros
cuadrados por 135 mil euros.
El Arzobispado tomó esta decisión en
buena medida porque, simplemente, ya no hay feligreses que acudan a los
recintos y generen el flujo de capital con las actividades que podrían
realizar en estos (desde el ofrecimiento de una limosna hasta pago de
servicios como el matrimonio o el bautizo). Entre 2011 y 2012, la
Iglesia Católica en Alemania cerró por esta razón poco más de 400
templos. Asimismo, estadísticas el país revelan que, en comparación con
los años 90, actualmente hay 10% menos personas que se dicen católicas
en Alemania, una tendencia que además es creciente.
“En los próximos 10 años se calcula que
unas 700 iglesias dejaran de ser utilizadas para celebrar la liturgia”,
declaró a este respecto el vocero de la Conferencia Episcopal, Mathhias
Kopp.
Lo lamentatable, sin embargo, es cuando
estos recintos se convierten en centros comerciales o de trabajo.
Interesante y hasta provocador en un buen sentido, cuando, como sucedió
con el templo evangélico Kapernaum en Hamburgo-Horn, estos son
adquiridos por otras confesiones, como la musulmana, para virarlos hacia
sus ritos y sus creencias.
¿Demostrará esto que, además de otras cosas, las iglesias son también un negocio?
O, quizá, que el sistema
económico-social en el que vivimos, es capaz de procesar cualquier cosa
hasta volverla una mercancía de compraventa, de desecho una vez que ha
perdido su utilidad.
Fuente: http://pijamasurf.com/2013/04/iglesia-catolica-alemania-vende-iglesias-por-falta-de-creyentes/
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