La controvertida congregación ultraconservadora Legionarios de Cristo,
blanco de un escándalo mundial por el comportamiento de su fallecido
fundador, el mexicano Marcial Maciel, condenado por abusos sexuales a
menores, se reúne a partir del miércoles en Roma para decidir su futuro.
En total, 61 responsables de la congregación presente en 22 países, sobre todo en América Latina, y que cuentan con 900 sacerdotes, 945 seminaristas, unos 70.000 miembros laicos y gestiona 12 universidades, deberán renovar su constitución tras los escándalos de pedofilia que desde hace años azotan a la entidad. "Se trata de unos de los primeros retos que el papa argentino Francisco deberá encarar", reconocieron esta semana expertos del Vaticano.
En total, 61 responsables de la congregación presente en 22 países, sobre todo en América Latina, y que cuentan con 900 sacerdotes, 945 seminaristas, unos 70.000 miembros laicos y gestiona 12 universidades, deberán renovar su constitución tras los escándalos de pedofilia que desde hace años azotan a la entidad. "Se trata de unos de los primeros retos que el papa argentino Francisco deberá encarar", reconocieron esta semana expertos del Vaticano.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). A las 18:30 de
este miércoles 08/01 comenzará el Capítulo (clave para los Legionarios
de Cristo) con una Misa presidida por el cardenal Velasio de Paolis, que
supervisa la Legión desde julio de 2010, en la sede central de la
congregación de los Legionarios de Cristo en Roma.
El jueves 9 de enero tendrá lugar la primera reunión del Capítulo General. La primera fase durará unos 20 días y se dedicará al trabajo técnico de la revisión del texto constitucional.Después, se procederá a elegir un nuevo gobierno.
El jueves 9 de enero tendrá lugar la primera reunión del Capítulo General. La primera fase durará unos 20 días y se dedicará al trabajo técnico de la revisión del texto constitucional.Después, se procederá a elegir un nuevo gobierno.
Los Legionarios de Cristo han abierto una página web en varios
idiomas con toda la información sobre el Capítulo General
Extraordinario. La orden de los Legionarios de Cristo nació en México el
3 de enero de 1941 y, actualmente, cuenta con unos 2.800 miembros,
presentes en 22 países.
Benedicto XVI nombró en 2010 al arzobispo Velasio De Paolis
delegado pontificio para la Congregación de los Legionarios de Cristo
para que liderara la reforma de la congregación, que un año antes había
sido sometida a una inspección vaticana a raíz de los escándalos
relacionados con su fundador, el padre Marcial Maciel (1920-2008). El
Capítulo fue convocado en octubre por De Paolis, tal y como estaba
previsto.
El papa Francisco envió en junio de 2013 una carta a De Paolis en
la que le confirmaba que su mandato terminaría a principios de 2014 con
la celebración del Capítulo Extraordinario. En la misiva, el Pontífice
señalaba que había estudiado "con atención" los informes que éste le
había enviado, así como el material relativo a la visita apostólica a la
que se sometió la congregación entre 2009 y 2010.
Según informó en aquel momento la congregación de origen mexicano,
Francisco subrayaba que la elección de nuevo gobierno y la aprobación de
nuevas Constituciones son "pasos imprescindibles para el camino de una
renovación auténtica y profunda de la Congregación". En este sentido,
instaba a que una vez esté aprobado el nuevo gobierno y las nuevas
constituciones, le sean remitidas para "el correspondiente examen".
Además, Jorge Bergoglio transmitía a De Paolis su "vivo
reconocimiento por la entrega con que se prodiga" a la "delicada
encomienda" y se dirigía también a los miembros de los Legionarios, a
los consagrados del Movimiento Regnum Christi y a los laicos
comprometidos con él, para asegurarles su oración y para enviarles "una
especial Bendición Apostólica".
Finalmente, en la carta, con fecha de 19/06/2013, el Papa rogaba al
cardenal que le mantuviera informado sobre el proceso de preparación
del Capítulo para el cual invocaba la asistencia del Espíritu Santo
"para que inspire en todos los religiosos una completa dedicación a la
tarea del discernimiento sobre su propia vocación en la Iglesia y en el
mundo".
La historia
Marcial Maciel, quien hasta casi su muerte, en 2008 a los 87 años,
dirigió con mano de hierro a los Legionarios de Cristo, congregación que
había fundado en 1941 en México, fue condenado por abusos sexuales a
menores y mantuvo una doble vida con 2 mujeres y varios hijos.
Los delegados, elegidos por ellos mismos, entre ellos 20 mexicanos y
17 españoles, deberán examinar la situación interna después de que
Maciel fuera relegado al silencio en 2006 por pedofilia y tildado como
un "falso profeta" por el mismo papa emérito Benedicto XVI, quien
condenó la vida "sin escrúpulos y sin verdadero sentimiento religioso"
que llevó el mexicano.
La desacreditada congregación, que durante los largos años del
pontificado de Juan Pablo II era considerada un ejemplo de virtud,
obteniendo una notable influencia, tenía que realizar en los últimos
siete años una profunda reforma interna como respuesta a las atrocidades
cometidas por su fundador y varios colaboradores.
Los delegados, convocados en Roma, entre ellos varios
representantes de la rama laica Regnum Christi, deberán aprobar nuevos
estatutos y sobre todo nuevas directivas.
En una carta enviada en junio pasado, el papa Francisco instó a la
congregación a realizar una "renovación auténtica y profunda", y
consideró "pasos imprescindibles" elegir un nuevo gobierno y aprobar una
nueva Constitución.
El sumo pontífice de los católicos apostólicos romanos anunció,
además, que todas las decisiones que serán tomadas en esa reunión serán
examinadas por él mismo para su aprobación tras haber sido
permanentemente informado sobre el proceso de la misma.
En octubre de 2012, el cardenal italiano Velasio de Paolis,
delegado por el exPapa alemán para reformar la congregación, quien
ordenó algunos cambios en la cúpula de la organización, estimó que las
reuniones deberán concluirse en febrero con la total renovación de la
entidad.
De Paolis invitó a los legionarios a "fundar de nuevo" el
movimiento tras "el largo camino de renovación espiritual" atravesado,
escribió.
Además de sacerdotes, asistirán representantes de varios países elegidos por los mismos legionarios.
Una de las figuras más importantes y criticadas de la congregación,
el sacerdote mexicano Alvaro Corcuera, sucesor de Maciel, quien se
retiró "temporalmente" del cargo de director general de los legionarios
en 2012 por motivos de salud, deberá asistir a las reuniones en que se
juega el futuro de los legionarios.
Además de Corcuera, quien se sabe que está muy enfermo, asistirán también otros jerarcas de la organización.
Durante casi 1 mes, los legionarios intentarán cerrar la era de
Maciel e iniciar una nueva etapa, lo que resulta difícil para las
víctimas y algunos observadores.
Para Félix Alarcón, de 80 años, 1 de los 8 sacerdotes de la Legión
que denunció a fines de la década de los 80 ante el papa Juan Pablo II
los abusos de Maciel, contó en una entrevista a la página de internet
Religión Digital cómo vivió "ese calvario" de abusos sexuales y
psicológicos, y hasta reveló la fórmula de la droga a la que el líder de
los legionarios era adicto.
Para Alarcón, "la legión, tal como la entendíamos, debería ser
eliminada", dijo, tras confesar que le cuesta "reconciliarse" con ese
pasado y que espera que el papa Francisco "arregle eso".
Para muchos católicos es necesario un pedido público de perdón por
parte de la congregación, con el que se rompa para siempre con el
silencio y se castigue a los culpables y a los cómplices de manera que
no se repita una historia tan vergonzosa para la Iglesia católica.
La Legión fue considerada otrora como un modelo por el Vaticano,
que desvió la mirada ante las tropelías del reverendo Marciel Maciel
mientras la orden fue una de las congregaciones de más rápido
crecimiento en la Iglesia católica y atrajo millones en donaciones. Tras
tres años de reformas impuestas por el Vaticano, sigue habiendo
interrogantes sobre cómo puede existir la Legión cuando su fundador era
un fraude y su misión fundamental sigue siendo incierta.
La Legión espera que tras el encuentro de un mes, el papa Francisco
apruebe una nueva constitución que explique la misión, jerarquía y
normas de la orden y permita a la Legión continuar sin más supervisión
vaticana. Los supriores de la Legión y 42 sacerdotes elegidos como
representantes —incluyendo muchos allegados a Maciel— terminarán de
elaborar la constitución y elegirán entonces una nueva conducción.
Empero, varios ex sacerdotes de la Legión han pedido al pontífice
que no se deje engañar por la "supuesta reforma" de la orden, indicando
que el proceso de rehabilitación ignora su disfunción fundamental:
duplicidad financiera, falta de una auténtica identidad religiosa y el
continuado encubrimiento de las personas que facilitaron los crímenes
del fundador.
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