Sábado 30 de mayo del 2009
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México DF, 19 mayo 09 (CIMAC).- En estos días, la impunidad es el gran concepto que se ha colocado en la reflexión pública a raíz de las declaraciones de los hombres del poder como Ahumada, Madrazo y los ex presidentes Miguel de la Madrid y Carlos Salinas.
En un acto de contrición, Miguel de la Madrid Hurtado sintetiza para qué ha servido la impunidad al sistema: para mantenerlo, afirma.
En este país, tan harto del ejercicio de la simulación, de aparentar que se hace, para no hacer, donde organismos internacionales defensores de derechos humanos señalan una y otra vez que el gran tema en México, especialmente en los últimos ocho años, es la impunidad, por lo que es necesario hacer efectivo el Estado de Derecho y pararla de una vez. La impunidad, según el Diccionario de la lengua española es simple y llanamente la falta de castigo.
Merecen también castigo todos aquellos eslabones que se suman en la cadena de la impunidad como la negligencia, la complicidad, la ausencia de acción de un gobierno, de un Estado, que no mira, pero sobre todo que no actúa ni aplica la ley.
Aquí todos se tiran la piedra: unos piden a otros que actúen y al final nadie hace nada.
Tomando las tres instancia de los poderes de la nación, qué tiene que hacer el legislativo, qué el ejecutivo y que el judicial, todos están involucrados en el proceso de impunidad, que ha permitido que la población se sienta en ocasiones desamparada.
Sobre todo cuando vemos a gobernantes que no solo permitieron la impunidad, sino que generaron todas las condiciones para que no se castigara a quien debía.
Ese es el caso de Francisco Barrios Terrazas, hoy flamante embajador de México en Canadá, propuesto por Felipe Calderón y ratificado por el Senado de la República. El mismo que ante los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez se atrevió a culpar a las mujeres por "llevar doble vida", porque desde su moral y con toda la investidura, aseguró que "la que busca encuentra".
Este ex gobernador de Chihuahua recibió en el año 1997 la primera y única recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por sexismo en la investigación.
Es el mismo que después de ser gobernador, de no haber castigado a ninguno de los asesinos de las mujeres en ese estado, recibió el premio para ser el embajador de Canadá, noticia que provocó la movilización de las organizaciones de derechos humanos de aquel país, para declararlo non grato.
No importa qué hizo o qué dejó de hacer, Barios Terrazas hoy representa a México en Canadá, porque así lo decidieron el Calderón y el Senado.
Por eso, cuando vemos declaraciones que van y vienen de quienes tienen la responsabilidad de impedir la impunidad, una se pregunta: quién castiga a quién, quién castiga la complicidad de los políticos, del Ejecutivo Federal que no resuelve, de los legisladores de 12 estados que han colocado, por encima de todo, sus creencias personales y sus intereses políticos para impedir el derecho de las mujeres a decidir el número y espaciamiento de sus hijos, o si desean o no ser madres.
Quién castiga al Ejecutivo que ha solapado no solo la corrupción, sino también ha permitido que se vulnere el Estado laico, que la desigualdad crezca por beneficiar a un grupo, a costa de empobrecer a la mayoría de la población.
Hoy el Secretario de Gobernación tiene la petición de declarar la Alerta de Género en Guanajuato, solicitada por la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres, ya qué "impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos a las mujeres es una modalidad de la violencia en su contra".
Esperemos que el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, presidente del Sistema Nacional para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, rompa con la cadena de impunidad y toma la decisión de hacer justicia para las mujeres otorgando la Alerta de Género.
Diario Rotativo de Querétaro
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